viernes, 28 de noviembre de 2008

Borrachera de Poder

A Jeanne Charmant Killman (Isabelle Huppert), juez de instrucción, le encargan desentrañar e instruir un complejo escándalo de movimiento y malversación de fondos que acusan al presidente de un importante grupo industrial. A medida que avanzan las investigaciones y los interrogatorios que lleva a cabo, se da cuenta de que su poder va en aumento: va sabiendo más secretos y sus métodos de presión también crecen. Pero al mismo tiempo, y por las mismas razones, su vida privada se vuelve más frágil. Y no tarda en hacerse dos preguntas fundamentales: ¿hasta dónde puede utilizar ese poder sin tener que enfrentarse a un poder mayor que el suyo? ¿Hasta qué punto la naturaleza humana puede resistirse al vértigo del poder?

Estamos ante un film típicamente chabroliano, con ese aire gris tan suyo, que le sirve para fustigar a la pequeña burguesía y a los poderosos. A estas alturas el veterano Claude Chabrol parece capaz de hacer cine con los ojos cerrados. Aquí maneja a la perfección los mecanismos narrativos, el pasar de los interrogatorios a los escenarios íntimos como el domicilio de la juez. Igual te planta un perfecto plano secuencia al inicio para mostrar la detención de Huneau, que juega con el campo y contracampo en los interrogatorios, o muestra a los personajes en el mismo plano en las escenas del hogar. Acierta al abordar el tema de la corrupción política y empresarial, y sabe dosificar algunos elementos de suspense, el atentado (¿o no lo ha sido?) contra Jeanne, o las zancadillas que ella encuentra en su camino, como la asignación de una juez ayudante, que esperan le saque de sus casillas.


Isabelle Huppert trabaja por séptima vez para Chabrol, y le entrega a éste lo que espera, el personaje de alguien implacable, dura, muy dura, pero que en algún momento es capaz de mostrar, levemente, compasión. Los demás personajes, secundarios, están muy bien, y destaca sobre todo François Berleand, como el hombre en prisión que se va desfondando. La escena de su salida de la cárcel es una perfecta conjunción de la maestría de un gran director y un estupendo actor.

TRAILER

In Paris, the obstinate and tough judge Jeanne Charmant-Killman investigates a corrupt and powerful corporation that is embezzling public funds and its president Michel Humeau is arrested and sent to prison. She uses the hearing to collect evidences against the board and lobbyists, and sends one by one to prison. Meanwhile the group sabotages the brakes and the steering wheel of her car forcing her to have the protection of two bodyguards. Then they use a promotion to try to persuade her to stop her work, moving her to a bigger office expecting competition and friction with the also competent and honest judge Eryka but they become close friends focusing the same objective. Meanwhile her personal life is affected and she breaks off with her husband. When her husband apparently jumps off his apartment, Jeanne has to come up with a decision.

"Excelente (...) Sin alharacas en la puesta en escena, pero con un brío persistente, unos punzantes diálogos y unas situaciones cargadas de natural cotidianidad." (Javier Ocaña: Diario El País)

"Siempre fiel a sí mismo, Chabrol se cuela en la fiesta y no se puede negar que hasta disfruta de ella." (Federico Marín Bellón: Diario ABC)

Director: Claude Chabrol. Intérpretes: Isabelle Huppert (Jeanne Charmant-Killman), François Berléand (Humeau), Patrick Bruel (Sibaud), Robin Renucci (Philippe Charmant), Maryline Canto (Erika), Thomas Chabrol (Félix), Jean-François Balmer (Boldi), Pierre Vernier (Martino), Jacques Boudet (Descarts), Philippe Duclos (Holéo). Guión: Odile Barski y Claude Chabrol. Música: Matthieu Chabrol. Fotografía: Eduardo Serra. Título Original: L'ivresse du pouvoir - Comedy of Power. Países: Francia y Alemania. Año: 2006. Duración: 110 min. Género: Drama, thriller.

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