Muestra del vitoreado cine japonés de terror que en los últimos años ha producido un aluvión de títulos, a partir del inesperado éxito de The Ring (La señal), el más representativo. Como en aquella, Takashi Shimizu aprovecha el escaso presupuesto, y consigue atemorizar al espectador sin grandes alardes de efectos especiales. Sobre todo, prescinde de los excesos sangrientos que han dado al traste con la mayor parte del cine de terror actual, más preocupado por producir asco que por crear una ambientación terrorífica. En este nuevo regreso al espíritu de las producciones clásicas de terror, el desconocido realizador Takashi Shimizu consigue magníficos sustos encadenados en una trama muy sencilla, que simplemente sirve como excusa. El guión consiste en una sucesión de las experiencias de personajes relacionados entre sí, y que uno tras otro van entrando en la casa donde se centraliza la acción. Y aunque el espectador lógicamente se imagina que en algún momento los personajes serán atemorizados por los espíritus, Shimizu siempre consigue sorprender sacando a los fantasmas por el lugar más inesperado.
In Japan, when the volunteer social assistant Rika Nishina is assigned to visit a family, she is cursed and chased by two revengeful fiends: Kayako, a woman brutally murdered by her husband and her son Toshio. Each person that lives or visits the haunted house is murdered or disappears.
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Intérpretes: Megumi Okima, Misaki Ito, Yui Ichikawa, Kanji Tsuda, Yoji Tanaka, Takashi Matsuyama, Takako Fuji
Guión: Takashi Shimizu
Música: Shiro Sato
Fotografía: Tokusho Kikumura
Título Original: Ju-On: The Grudge
Año: 2002
País: Japón
Duración: 92 min.
Público apropiado: Jóvenes
Género: Terror
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