Madrid. Paseo de la Castellana. Manifestación de miles de personas. Fuerzas de seguridad anti-disturbios en las calles. Siete aspirantes a un alto puesto ejecutivo se presentan a una prueba de selección de personal para una empresa multinacional en un rascacielos de oficinas del complejo Azca. Entre ellos, las personalidades más dispares: el triunfador, el agresivo, la mujer insegura, el crítico, el indeciso... Tras un laberinto de formularios, acreditaciones y demás burocracia empresarial, los siete participantes se encuentran juntos en una fría sala a la que les ha conducido una secretaria, esperando a que de comienzo el proceso de selección... Desde ese instante, y en un clima de tensa competitividad, la inseguridad de los participantes se convertirá en miedo y dudas y estos a su vez en un estado de paranoia general. Tras presentarse con recelo los unos a los otros, se preguntarán si están siendo observados por cámaras o por qué la Compañía ha infiltrado un psicólogo entre ellos que les está ya examinando. Uno de los aspirantes hace alusión a un método de pruebas, similar al que sugieren, que se lleva en práctica en Estados Unidos. A partir de ese momento, los siete aspirantes al puesto serán sometidos a una serie de pruebas psicológicas con las que se pretende deducir cuál de ellos posee el perfil que mejor encaja con los requisitos del voraz mundo empresarial. A lo largo de un día, los aspirantes pasarán de las bromas y el juego inocente a las agitadas discusiones y las supuestas hipótesis y situaciones, donde se pondrá a prueba la personalidad de cada uno y la manera en que se relacionan con los demás. En este claustrofóbico clima de máxima desconfianza y absoluta falta de escrúpulos, se crearán alianzas, se producirán disputas, se revelarán secretos, se destaparán pasados... Y así, poco a poco, se irán eliminando participantes en lo que pasará a ser una mera y fría lucha por la supervivencia, nítido espejo del desalmado panorama laboral fuera de esas paredes de cristal y hormigón, en cualquier país capitalista partícipe en esta, nuestra economía global.
Esta es una muy buena síntesis que me he permitido copiar por considerarla una de las mejores que he leído y que explica a la perfección el aire y espíritu de la película, se trata de un film español de los mejores que se estrenaron durante el 2006, galardonado con dos Premios Goya y donde se dan cita un libreto inteligente, un elenco coral de muy buena trayectoria y una muy buena factura de producción y dirección; lo que pudiera considerarse a primera vista como frío, aburrido o monótono pues las principales escenas sino la mayoría se producen en un reducido lugar de reuniones de tantas que existe, una decoración que no destaca y un vestuario acorde a las entrevistas de trabajo de altos ejecutivos. Las acciones dentro de este limitado espacio no serán sin temor a equivocarme inpasivas para la mayoría debido al morbo que ha levantado los programas de Really que en su guión se mencionan; todo lo no prohibido está permitido en la lucha por aniquilar a la competencia en la lucha por destacar y cualificar por el único puesto a que aspiran estos siete candidatos, cada uno de ellos cargado con toda clase de experiencias previas en algunos poco similares por proceder cada uno de diversos sectores de producción y formación, pero como en la vida también pueden darse las coincidencias y encontrarse viejos conocidos en un proceso como éste; pero podrá afectar la amistad a los deseos de alcanzar una meta profesional.
Aunque basada en la obra teatral “El método Grönholm” de Jordi Galcerán Ferrer, parece ser que el guión cinematográfico a cargo del propio Marcelo Piñeyro en colaboración con Mateo Gil se ha tomado bastantes licencias con respecto al original., lo menciono pues lo he leído y no he tenido contacto con la obra. Lo que está claro que lo que en principio será una película aburrida por estar plagada de entrevistas o pruebas sin sentido, se convierte en una trama donde el espectador estará al borde del suspenso tratando de aclarar sus pensamientos, qué interés oculto está detrás de cada prueba, en realidad existe un "topo", de quien se trata, cuál es su papel en todo este proceso, son preguntas que se irán formulando y no será hasta el desenlace de la historia donde todo tomará un sentido o razón de ser, cada acción parecerá obedecer a un guión (en realidad lo está) pero que los actores desconocen y no tienen la posibilidad de conocerlo antes que los demás y hasta donde será su participación en esta carrera de obstáculos. Más que un método de selección parecen ideas de un desquiciado cazador que cobrará una pieza en cada etapa del camino hasta alcanzar su meta. Los candidatos en gran parte del proceso estará más interesados por saber de que se trata que del resultado que cada uno aporta a esta experiencia, desvelando mucho d la psicología humana y en específico del mundo empresarial, donde la mayoría piensa no existen ribalidades y verdaderas luchas de poder para destacar entre competidores que algunos llaman "colegas".
Sin duda este planteamiento sería difícil de alcanzar el éxito sin contar con un elenco bien seleccionado, este proyecto lo tenía claro y se rodeo, la crítica consideró que Eduardo Noriega no fue convincente hasta cerca de la mitad de la cinta al igual que Ernesto Alterio que se considera encasillado respecto a otros papeles que le han marcado. Sobresalen Carmelo Gómez y Adriana Ozores, ofrenciendo unas interpretaciones muy bien logradas, así como la actuación con mucho profesionalismo y aplomo de Najwa Nimri, con un papel que le ha permitido una gama de matices y una evolución de su personaje del gris al rojo puro. Destaca la participación de Eduard Fernández en un papel muy básico para hacer creíble la trama pero que deja muy mal parado a los ejecutivos machistas que existen en el mundo empresarial español.
"Queda la brutal crítica del ultracapitalismo, el estupendo entretenimiento (...) la explicitud y la redundancia de algunos diálogos y acciones rebaja un tanto su calidad (...) por desgracia, el magnífico resumen final de la obra de Galcerán se ha perdido por el camino" (Javier Ocaña: Diario El País)
"El fichaje en el guión de Mateo Gil (...) afila aún más el canino de su carga de profundiad. (...) La potencia modular de la pieza sigue intacta." (Javier Cortijo: Diario ABC)