Cuarto trabajo del 'marciano' Darren Aronofsky, que aunque fue el impulsor del proyecto, decidió -por primera vez en su carrera- mantenerse totalmente fuera del guión, y encargárselo a Robert Siegel, que fue editor de The Onion, famosa revista satírica estadounidense. Aronofsky ha conseguido una hazaña inesperada, pues ha sido el primero en ganar el León de Oro en Venecia con una producción íntegramente estadounidense, o sea, sin contar coproducciones. Acierta Aronofsky al describir en este drama el estrafalario mundo del wrestling, la lucha libre americana, un auténtico filón narrativo. Se trata de una mezcla de deporte y actuación, con gigantones que interpretan los papeles de exageradísimos héroes o villanos, pero que tienen que estar en plena forma, pues aunque amañan las peleas, ejecutan coreografías que tienen su complejidad. Y aunque siempre siguen un guión muy similar -el malo empieza ganando y provoca al público, hasta que el bueno se recupera milagrosamente y gana el combate-, cientos de miles de espectadores siguen los combates con pasión, como si fueran absolutamente reales, y aclaman a los luchadores como auténticos dioses.
Resulta difícil imaginar qué hubiera sido de este film sin Mickey Rourke, pues interpreta a un personaje con el que tiene muchos puntos en común: una vieja gloria que ha perdido el estrellato. El actor se ha trabajado muchísimo su interpretación, hasta el punto de que entrenó con auténticos luchadores. Están a su altura la también madura Marisa Tomei y la joven Evan Rachel Wood. Consciente de que tenía entre manos un guión de primera fila, de gran valor humano, sobre la lucha por la dignidad de un auténtico perdedor -también lo es la bailarina-, Aronofsky ha sabido renunciar a sus excesos estilísticos habituales. La fotografía y la puesta en escena son realistas y muy brillantes, pero a diferencia de otras ocasiones, Aronofsky ha sabido contenerse. Por una vez, ha colocado su maestría al servicio de una historia que logra llegar al espectador, a pesar de varios momentos de gran sordidez. Se luce especialmente al describir el combate del protagonista contra su propia soledad, de la que sólo parece hacerse consciente cuando se da cuenta de que no ha podido contarle a nadie que ha estado a punto de morir, lo que provoca la decisión de acercarse a su hija y a la bailarina.
This is a drama about an aging professional wrestler, decades past his prime, who now barely gets by working small wrestling shows in VFW halls and as a part-time grocery store employee. As he faces health problems that may end his wrestling career for good he attempts to come to terms with his life outside the ring: by working full time at the grocery store, trying to reconcile with the daughter he abandoned in childhood and forming a closer bond with a stripper he has romantic feelings for. He struggles with his new life and an offer of a high-profile rematch with his 1980s arch-nemesis, The Ayatollah, which may be his ticket back to stardom.
"Al igual que su héroe, la película tiene una honestidad directa, exuberante, y consigue zafarse de sus pasos en falso con convicción y estilo."
(A. O. Scott: The New York Times)
"Una película espléndida, un penetrante retrato del fracaso, de ambientes sórdidos (...) Mickey Rourke impresiona, te está hablando del infierno terrenal."
(Carlos Boyero: Diario El País)
"La mano sabia de Aronofsky reconstruye el rito de la pérdida hasta convertir la mugre en oro. (...) Rourke no hace sino engrandecer su cuerpo torturado hasta transformarlo en pura ensoñación."
(Luis Martínez: Diario El Mundo)
"Aronofsky ha demostrado, más que nunca, su valor como cineasta, escuchando más a sus personajes que a su estupendo ego. (...) Rourke hace el papel de su vida ."
(E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
"Rourke y Tomei logran que, bajo la incesante lluvia de tópicos (...), sus personajes ofrezcan un inolvidable recital, cargado de matices, sobre la inquebrantable dignidad de los perdedores."
(Jordi Costa: Diario El País)
"Aronofsky por una vez deja a un lado su perturbadora sensibilidad de rarito y, sin caer en convencionalismos, se pone por completo al servicio de tan conmovedora historia."
(Alberto Bermejo: Diario El Mundo)
2008: 2 Nominaciones al Oscar: actor (Mickey Rourke), actriz secundaria (Marisa Tomei)
2008: Globos de Oro: Mejor actor drama (Mickey Rourke), canción. 3 nominaciones
2008: Festival de Venecia: León de Oro a la Mejor película
2008: BAFTA: Mejor actor. 2 nominaciones
2008: Festival de Toronto: Mejor actor (Mickey Rourke)
Director: Darren Aronofsky.
Intérpretes: Mickey Rourke (Randy Robinson), Marisa Tomei (Cassidy), Evan Rachel Wood (Stephanie Robinson), Mark Margolis (Lenny), Todd Barry (Wayne), Ernest Miller ("El Ayatollah"), Judah Friedlander (Scott).
Guión: Robert Siegel.
Música: Clint Mansell.
Fotografía: Maryse Alberti.
Título Original: The wrestler
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 105 min.
Género: Drama.
1 comentarios:
Vi esta película por recomendación de mi hermana, que es fan de Aronfsky y la verdad es que no me arrepentí. El viaje hacia el fondo del pozo del luchador y su intento por salir de él es magistral. Sin llegar a los niveles de sordidez de "Requiem por un sueño" esta película también es bastante dura, pero está claro que las pelis de Aronofsky no son para levantarte la moral.
Buen comentario. Saludos!
http://criticasapares.blogspot.com
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