Michéle Laroque hace una buena composición de Anne-Marie, pero se trata de un personaje muy pobre, al igual que sucede con los demás. Anne-Marie es una mujer madura que busca su sitio en el mundo, pero tan perdida está que resulta desconcertante. Algunas de las pinceladas que la caracterizan resultan tan simples que hace que parezca excesivamente tonta e incapaz, lo cual choca frontalmente con la repentina decisión final que toma su personaje. Si Anne-Marie no es del todo apetecible, su hijo Christophe se lleva la palma. Al joven le sucede algo similar que a su madre, ya que después de haber sido tonto perdido durante toda la película, tiene una intervención final con cierta lucidez que resulta increíble en alguien que ha resultado ser tan inepto. El personaje que sale mejor parado es el de Leo, que es el único con algo de sentido común. Su defensa del amor verdadero y su lucha por conservarlo despierta las simpatías del público. Los momentos más divertidos de la película pasan por él, como los consejos que le da a Anne-Marie para escribir a su marido la carta de despedida. Por lo demás, la historia critica la superficialidad de las vidas de muchas personas, en este caso enmarcada en las riquezas y en el culto al cuerpo, pues Gilbert es cirujano plástico.
Isabelle Mergault |
Intérpretes: Michèle Laroque, Jacques Gamblin, Wladimir Yordanoff, Tom Morton, Valérie Mairesse, Claire Nadeau
Guión: Jean-Pierre Hasson, Isabelle Mergault
Música: Étienne Perruchon
Fotografía: Philippe Pavans de Ceccatty
Título Original: Enfin veuve
Año: 2007
País: Francia
Duración: 93 min.
Género: Comedia, Drama
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