Tras la cámara, Jon Turteltaub esboza adecuadamente la sonrisa dulce (que no dulzona) y amable en los espectadores, igual que hizo en Mientras dormías. También provoca la risa libre de compromisos y auténtica. Con sentido de la oportunidad introduce los puntos de inflexión románticos e interpela al corazón al más puro estilo Frank Capra. “Como cineasta tenía la necesidad de trabajar en una pelÌcula que fuera de lo más honesta y revelara mejor lo que yo soy “, dice Turteltaub. A la pregunta de qué pasaría si un adulto se encontrase consigo mismo de niño, da respuesta e imaginación la guionista Audrey Wells. Bruce Willis lo traduce en pantalla con una interpretación ajustada, gracias a una vis cómica de la mejor escuela y sin aspavientos. Hace creíble cómo el niño que lleva dentro sale a flote (“fue un incentivo para mí”), y también el amor, al cual había dado cerrojo y que Amy (Emily Mortimer) consigue finalmente abrir. Mención aparte es el talento del gordito protagonista de medio metro, Spencer Breslin: el niño perfecto para dar réplica al cínico cascarrabias de Willis.
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Intérpretes: Bruce Willis, Spencer Breslin, Emily Mortimer, Lily Tomlin, Chi McBride, Jean Smart, Dana Ivey
Guión: Audrey Wells
Música: Marc Shaiman, Jason White
Fotografía: Peter Menzies Jr.
Año: 2000
Duración: 129 min.
Género: Comedia
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