Tres años después de la finalización de la guerra de Secesión, Ethan Edwards vuelve a su querido hogar formado por su hermano Aaron, su cuñada Martha, sus dos sobrinas Lucy y Debbie y un muchacho medio mestizo llamado Martin. Lucy está prometida a un joven muchacho llamado Brad, cuya familia vive cerca, mientras que Laurie, la hermana de Brad, está enamorada de Martin. Un hombre parte en busca de los indios que se llevaron a su sobrina. Este es el -aparentemente- simple argumento de un viaje al centro del odio y la intolerancia a cargo del mejor John Wayne. El maestro Ford volvió a demostrar por qué es el mejor director de la historia del cine en un genial relato lleno de fuerza, amargura, poesía y perfección. Un obra de arte.
Aunque no estoy muy de acuerdo con el título que se le ha dado en España, este film es sin duda todo un clásico del séptimo arte a pesar de tratarse de un "película del oeste" que desde siempre ha sido un género menor en la industria, el argumento e interpretación de esta película enfrenta toda clase de sentimientos: amor, pasión, sacrificio, compación, odio.... vemos como muchas chicas raptadas por los indios americanos se debieron integrar a su cultura y poder sobrevivir olvidando sus orígenes y perdiendo todo arraigo familiar. Es una de las películas que podemos ver una y otra vez pues no es la típica película western. American Film Institute ha catalogado esta película en puesto 12 entre las 100 Mejores películas de los últimos 100 Años. Director: John Ford. Intérpretes: John Wayne, Natalie Wood, Jeffrey Hunter, Ward Bond, Vera Miles, John Qualen, Olive Carey, Henry Brandon, Ken Curtis, Harry Carey Jr., Hank Worden. Título Original: The Searchers. Año: 1956. Duración: 119 min.