Perfecto colofón a la saga del desmemoriado ex asesino profesional Jason Bourne, inspirada, bastante libremente, en las novelas de Robert Ludlum. En esta ocasión Bourne va a llegar hasta el final a la hora de averiguar cómo se convirtió en agente de la CIA, dentro de un proyecto supersecreto del gobierno estadounidense; el primer eslabón de la cadena que le guiará a la verdad es un periodista de The Guardian, que está publicando en el diario londinense un reportaje sobre el caso Bourne; sus diversas averiguaciones llevarán a Bourne desde Moscú a París, Londres, Madrid, Tánger y Nueva York. De modo que la trama se convierte en una especie de increíble y vertiginosa montaña rusa, integrada por peleas, persecuciones y explosiones, con algunas "paradas de contacto humano", momentos no precisamente de relax. En efecto, esas "paradas", lejos de disminuir el ritmo de la cinta, contribuyen a reforzar su atmósfera desasosegante, pues casi siempre son tensas conversaciones, telefónicas o "vis-à-vis", donde los interlocutores tratan de averiguar las intenciones del otro, al modo de una caza del ratón y el gato, donde no se sabe exactamente quién juega qué papel.
Como ya hiciera en El mito de Bourne, Paul Greengrass imprime un tono realista -por así decir- a la historia, acudiendo a los recursos de documentalista que tan buenos resultados le dieron en Domingo sangriento. Lo que significa un vibrante montaje, que ayuda a hacer bueno el inteligente guión de Tony Gilroy y compañía, y un buen uso de la cámara en mano, que resulta especialmente eficaz, contra pronóstico, en los primeros planos, donde el temblequeo, más perceptible de lo normal, contribuye a aumentar el nerviosismo del espectador. Lo que significa al final un ritmo casi siempre excelente, con un manejo maestro del suspense, aunque alguno de los "pasajes humanos", como la visita de Bourne al hermano de su novia muerta, poco aporten a no ser a la extensión de la humanidad del protagonista. A cambio, hay que reconocer que hay cierta capacidad de riesgo en el encuentro final entre Jason y su "creador", que habla de la responsabilidad de las personas en sus acciones, más allá de argumentos falaces como el de "la obediencia debida".
Dentro de la eficaz intriga, subyace un claro mensaje de contenido político, que se puede resumir en un "no todo vale a la hora de combatir el terrorismo", "hay unas reglas básicas que las personas con conciencia saben que deben respetar". Una idea claramente patente en el enfrentamiento de los personajes de David Strathairn y Joan Allen. El reparto cumple de nuevo a la hora de encarnar a sus personajes, tanto los viejos conocidos -por supuesto Matt Damon, al que le van "al pelo" estos personajes ambiguos-, como las nuevas incorporaciones, entre las que destacan, además de la del citado Strathairn, las de Albert Finney y Paddy Considine.
Bourne is once again brought out of hiding, this time inadvertently by London-based reporter Simon Ross who is trying to unveil Operation Blackbriar--an upgrade to Project Treadstone--in a series of newspaper columns. Bourne sets up a meeting with Ross and realizes instantly they're being scanned. Information from the reporter stirs a new set of memories, and Bourne must finally, ultimately, uncover his dark past whilst dodging The Company's best efforts in trying to eradicate him.
"La magistral dirección de Greengrass hace que 'The Bourne Ultimatum' sea inequívocamente la mejor 'tercera parte' del verano. También es, con mucho, el mejor thriller de acción del año." (Claudia Puig: USA Today)
"Mr. Greengrass sabe cómo hacer su trabajo, y no hay actualmente en Hollywood nadie que ruede mejor la acción, manteniendo el pulso de forma tan implacable, sin piedad y sin pausa, con una escena rompedora tras otra." (Manohla Dargis: The New York Times)
"La película es estruendosamente excitante (...) Hemos esperado todo el verano para un viaje salvaje que nos enganche con algo más que sacudidas. Aquí está. Agárrense." (Peter Travers: Rolling Stone)
"¿Tiene sentido? Pregunten a los guionistas, ellos probablemente sabrán. (...) Es frenética hasta el punto de la locura, al tiempo que logra un estilo que apenas supera lo mediocre." (Stephen Hunter: The Washington Post)
"Run, Jason, run. (...) Te sientas, y la acción te asalta, y usar palabras para recrearlo sería inútil." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
"Tres extraordinarias secuencias de acción (...) en Londres, Tánger y Nueva York, (...) tres sinfonías prodigiosas, tres verdaderas lecciones de montaje y dirección que eclipsan, en su ubicuo sentido del espacio y el tiempo, el argumento." (Sergi Sánchez: Fotogramas)
"Un prodigio de ritmo, efectividad y espectacularidad. Un chute de adrenalina cargado de persecuciones con sentido, golpes de efecto y guiños a recientes acontecimientos" (Javier Ocaña: Diario El País)
2007: 3 Oscars: Mejor montaje, sonido, efectos sonoros. 3 nominaciones
2007: BAFTA: Mejor sonido, montaje. 6 nominacionesDirector: Paul Greengrass. Interpretes: Matt Damon (Jason Bourne), Julia Stiles (Nicky Parsons), Joan Allen (Pamela Landy), David Strathairn (Noah Vosen), Paddy Considine (Simon Ross), Scott Glenn (Ezra Kramer), Edgar Ramírez (Paz), Albert Finney (Dr. Albert Hirsch). Guión: Tony Gilroy, Scott Z. Burns y George Nolfi; basado en un argumento de Tony Gilroy; sobre la novela de Robert Ludlum.Música: John Powell. Fotografía: Oliver Wood. Título Original: The Bourne ultimatum. País: USA. Año: 2007. Duración: 111 min. Género: Acción, drama, thriller.
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