
En Omagh, el británico Pete Travis reconstruyó las consecuencias del trágico atentado ocurrido en Irlanda del Norte, en 1998. Ahora, el cineasta filma otro acto terrorista, que por suerte es totalmente ficticio. La historia está narrada varias veces, desde la perspectiva de varios de los protagonistas del suceso, al estilo de Rashomon, el clásico de Akira Kurosawa. Salvo que en esta ocasión el punto de vista subjetivo desaparece en el último tramo, contado a la manera de un narrador omnisciente, que lo sabe todo y nos informa de todo, de forma más convencional. Este abandono de la visión subjetiva ofrece la sensación de experimento fallido, al menos en parte. Además, acumula demasiados giros a veces un tanto increíbles, y desentona algún que otro elemento sentimentaloide, como la subtrama en que el personaje de Whitaker se encariña con una niña que vuelve a encontrarse más veces por casualidad. A pesar de todo, el director cuenta con trabajos convincentes de veteranos como Dennis Quaid, Sigourney Weaver y Forest Whitaker, mientras que algunos actores con menos periplo, como Matthew Fox, también inducen a pensar que se han tomado muy en serio sus papeles. Mantiene el suspense y cuenta con alguna persecución más o menos espectacular. Denuncia por un lado adónde puede llevar el fanatismo. Pero también recoge con sutilidad y elegancia la desinformación, e incluye testimonios de quienes piensan que Estados Unidos ha ejercido una política discutible en relación con este asunto.
The President of the United States is in Salamanca, Spain, about to address the city in a public square. We see a plain-clothes cop, his girlfriend with another man, a mother and child, an American tourist with a video camera, and a Secret Service agent newly returned from medical leave. Shots ring out and the President falls; a few minutes later, we hear a distant explosion, then a bomb goes off in the square. Those minutes are retold, several times, emphasizing different characters' actions. Gradually, we discover who's behind the plot. Is the Secret Service one step ahead, or have the President's adversaries thought of everything?
"Un thriller apasionante aunque sea absurdo (...) Si lo que buscas es un buen entretenimiento nihilista, no mires más." (Jonathan Rosenbaum: Chicago Reader)
"Una competente -aunque completamente impersonal- película, del tipo de filmes que tiene un suficiente número de actores famosos -o, al menos, lo suficientemente famosos-." (Manohla Dargis: The New York Times)
"Al final, 'Vantage Point' es un lío de mil demonios, con unos sentimentalismos y unos finales sueltos tan mal arreglados que te odiarás por haber sido embaucado. " (Peter Travers: Rolling Stone)
"Puro artificio formal sin revestimiento ético. (...) una verdad dividida en pos del espectáculo." (Javier Ocaña: Diario El País)
"Ándele, charros. (...) Todo, eso sí, a buen ritmo y mejor comba. (...) noventa minutos de pirotecnia y olvido." (Javier Cortijo: Diario ABC)
"Un entretenimiento casi histérico que se va diluyendo a medida que avanza, dejando al descubierto que en realidad no tiene gran cosa que contar. (...) Un guión nada riguroso." (Alberto Bermejo: Diario El Mundo)

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