Debut en el largometraje del cineasta mexicano Carlos Reygadas, que es también guionista, productor, e incluso interpreta un pequeño papel de cazador. Pocas operas primas son tan reveladoras, pues en este film ya están presentes las señas de identidad del realizador, tanto la sordidez que predomina en Batalla en el cielo, su siguiente película, como la fuerza visual y algunos de los temas de Luz silenciosa, su mejor película hasta la fecha, y en la que demuestra una mayor madurez. Ambas giran en torno al tema de la muerte, y contienen sendas filmaciones prodigiosas de un atardecer. En las dos películas está presente el tema de la religión, en este caso a través de la contraposición entre el ateísmo del pintor y la devoción ingenua, pero sincera, de la señora que le acoge.
Reygadas se distingue por su estilo austero, que recuerda al cine de maestros como Dreyer y Ozu, en sus largos planos tan contundentes como sugestivos. Momentos como el plano secuencia final, que recorre una vía del tren, embelesan a los cinéfilos más exigentes. Muestra también una gran habilidad para introducir en sus imágenes fragmentos magistrales de música clásica, como "La pasión según San Mateo", de Bach. Su obra acaba teniendo un gran valor documental, que muestra la vida rural en el país azteca, y las costumbres de sus gentes. Sus intérpretes, algunos aficionados, actúan con una gran naturalidad.
Pero el film tiene un tono cercano al surrealismo -cuando le preguntan al protagonista qué le trae por el lugar, éste responde, así como quien no quiere la cosa, que se va a suicidar, y su interlocutor ni se inmuta-. Algunos diálogos son incomprensibles, y no se entiende muy bien qué aportan al conjunto algunas secuencias. Tampoco está del todo claro por qué el film se titula Japón. En busca de llamar la atención a través de la polémica, Reygadas narra con una sordidez extrema la relación sexual entre el protagonista y la mujer sexagenaria, en un momento muy incómodo que no dejará a nadie indiferente, y que da al traste con algunos hallazgos del realizador.
A painter from the big city goes to a remote canyon to commit suicide. To reach some calmness he stays at the farmstead of Ascen, an old religious woman. Although but a few words are spoken love grows.
"Poderosa, enigmática y a ratos agresiva (...) Su caligrafía visual es la de un auténtico virtuoso (...) Incluso quien odie esta película, no podrá olvidarla jamás." (Jordi Costa: Diario El País)
Dirección y guión: Carlos Reygadas. Intérpretes: Alejandro Ferretis (hombre), Magdalena Flores (Ascen), Carlos Reygadas Barquín (cazador), Yolanda Villa (Sabina), Martín Serrano (Juan Luis), Rolando Hernández (el delegado), Fernando Benítez (Fernando), Claudia Rodríguez (chica en la playa), Bernabé Pérez (el peón cantor). Música: Arvo Pärt. Fotografía: Diego Martínez Vignatti. Países: México, Alemania, Holanda y España. Año: 2002. Duración: 136 min. Género: Drama.
20/03/09
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