La película con la que debutaron los hermanísimos Joel y Ethan Coen en 1984 es ya un clásico por derecho del cine negro. Está protagonizada por Frances McDormand, que pronto se convertiría en la esposa de Joel y que en el futuro colaboraría en muchas de sus películas. La enorme fuerza visual de sus planos (el director de fotografía es Barry Sonnenfeld) ya apuntaba lo que vendría después con títulos como Muerte entre las flores o Fargo. El guión es primoroso, tremendamente original, con personajes inolvidables, aunque lo que más llama la atención es el modo en que los Coen transforman la historia en imágenes. Los hermanos de Minnesota dan muestra de ese humor gamberro y bruto que se convertiría con los años en marca de fábrica. Y también se adivinan los temas que se repetirán en otros muchos de sus filmes: ambientes opresivos de la América profunda; tipos patéticos y perdedores; mentiras y engaños a tutiplén; y una ácida y algo cínica visión del matrimonio, fuente de traiciones y punto de partida de historias sangrientas. Todo ello mostrado con un sentido envidiable del ritmo y un estilo visual muy atractivo, heredero del cine y la novela negra de los años 40, lleno de detalles significativos. En este film, queda para el recuerdo la escena surrealista en que, desde la tumba donde va a ser enterrado vivo, un moribundo levanta su pistola y aprieta el gatillo, aprieta el gatillo, aprieta el gatillo...
Abby is cheating on her saloonkeeper husband, Marty. The object of her affections is Ray, one of Marty's bartenders. Marty hires Visser, an unscrupulous detective, to kill them. But Visser has other, more lucrative plans of his own. So begins a calculating round of double and triple crosses that build to a bloodcurdling, surprise-filled climax.
"He aquí el legendario debut de los hermanos Coen. Un trabajo visual, a la par preciosista y espeso, que reinventa los códigos del cine negro en un relato con pasiones desatadas, traiciones y mentiras, personajes deseperados y un ineludible destino que los alcanzará a todos (...) En un más difícil todavía, los Coen crean una trampa emponzoñada, que se desliza incluso hacia el terror, aderezada sorprendentes insertos de humor negro. Un desbordante ejercicio de imaginación"
(Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
"Blood Simple lleva camino, para mí inexplicable en este caso, de convertirse en uno de esos títulos que corren de boca en boca hasta convertirse en pequeños mitos (...) Tal vez la manera de introducir novedades en una película de tales características estribe en no intentar hacerlo en absoluto, o bien enredando la trama argumental de tal modo que el espectador conceda más valor e importancia a los detalles anecdóticos y a la atmósfera que al propio fluir del relato"
(José María Latorre: Dirigido)
1985: Sundance: Gran Premio del Jurado.
1985: 2 premios Independent Spirit: Director, Actor (Walsh). 3 nominaciones.
Director: Joel Coen
Intérpretes: Frances McDormand, John Getz, Dan Hedaya, M. Emmet Walsh, Deborah Neumann, Raquel Gavia
Guión: Joel Coen, Ethan Coen
Música: Jim Roberge, Carter Burwell
Fotografía: Barry Sonnenfeld
Título Original: Blood Simple
Año: 1984
País: EE.UU.
Duración: 99 min.
Género: Thriller
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