El papel parece hecho a la medida de Will Smith (que no por casualidad ha ejercido también de productor), ya que el film contiene dosis parecidas de acción, humor y drama, y el protagonista de superéxitos como Yo, robot o Soy leyenda da el aspecto físico perfecto del superhéroe venido a menos, a la vez que sabe transmitir la desidia de alguien que está completamente de vuelta de todo. Pero, cuando su vida toca fondo, conoce a Ray (Jason Bateman), un hombre idealista, experto en marketing, que le ofrece un plan para recuperar su buena imagen. Las cosas no serán fáciles para ambos, porque Mary (Charlize Theron), esposa de Ray, no confía para nada en Hancock y quiere impedir que su marido fracase en el empeño de convertir al superhéroe en alguien de provecho.
Peter Berg, actor y director, vuelve a ponerse detrás de las cámaras en una película de acción, después de la vibrante La sombra del reino. La cosa le sale bastante derecha, los efectos especiales son espectaculares, el ritmo es el adecuado, y sin embargo no estamos ante un film típico de superhéroes. Porque aquí la acción no tiene la importancia que se podría esperar, sino que parece simplemente un añadido. Eso provoca que se eche en falta, es verdad, algo más de emoción real, un malvado de entidad, que implique más al espectador, aunque lo cierto es que precisamente ése es el sello de identidad del film.
¿Pero cómo? ¿Una película de superhéroe donde la acción no es la protagonista? Justo. La trama se centra en otra cuestión de fondo y mucho más interesante: la aceptación del propio destino es lo único que hace posible que abramos nuestro horizonte al prójimo y dejemos de pensar en nosotros mismos. "Sólo cuando aceptes quién eres, serás feliz", le dice Ray al protagonista. Todo superhéroe ha de llevar su uniforme, y Hancock ha de aprender a vivir con el suyo. El film remarca esta idea central en algunas escenas muy eficaces, alguna con mucho sentido del humor. Y hay además en el guión de Vincent Ngo y Vince Gilligan un modo muy original de afrontar el tema, tan clásico como ineludible, del superhéroe que ha de elegir entre el amor personal y la propia misión al servicio de todos los hombres por igual.
The powerful alcoholic and clumsy John Hancock is the most hated person in Los Angeles, as in spite of saving lives, he also destroys properties causing high cost to the city to fix his damages. When he saves the life of the PR Ray Embrey from a train, the executive feels in debt with Hancock and decides to change his image. He brings the anti-hero to have dinner at his home, and introduces him to his son and fan Aaron and to his wife, Mary. But Mary does not want Hancock in her life.
"Una inesperadamente rara y satisfactoria nueva incorporación al mundo de los superhéroes de Hollywood (...) dirigida con habilidad" (Manohla Dargis: The New York Times)
"La película fracasa tan espectacularmente, y a tantos niveles, que es como ver a un tren caer de un puente." (Lou Lumenick: New York Post)
"Es un enorme entretenimiento hasta la parte final, cuando la película busca una dimensión trágica que no consigue. Deja eso a 'The Dark Knight'. Los actores hacen el resto." (Peter Travers: Rolling Stone)
"Película llamativamente deslavazada (...) emocional y narrativamente errática e imprevisible (...) Lo mejor: La extraña y fugaz intensidad que impregnan las secuencias de Will Smith y Charlize Theron juntos." (Alberto Bermejo: Diario El Mundo)
Director: Peter Berg. Intérpretes: Will Smith (Hancock), Jason Bateman (Ray), Charlize Theron (Mary), Eddie Marsan (Red), David Mattey (Man Mountain), Maetrix Fitten (Matrix), Thomas Lennon (Mike), Johnny Galecki (Jeremy). Guión: Vy Vincent Ngo y Vince Gilligan. Música: John Powell. Fotografía: Tobias Schliessler. País: USA. Año: 2008. Duración: 92 min. Género: Acción, fantástico, comedia.
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