Película del coreano Kim Ki-duk, que muestra la evolución de una persona, de niño a adulto, y su singular relación con un maestro budista con el que vive en una isla, sin más compañía. El preciosista film está imbuido de filosofía oriental, y recurre al simbolismo de las estaciones, el ciclo anual, para hablar del ciclo de la vida. Así, vemos en el protagonista niño los primeros arranques de malicia, torturando a una rana, y cómo el maestro le da lecciones muy gráficas. También se aborda el despertar sexual (donde el maestro parece ser un completo ingenuo), y la vuelta al mundo y regreso del discípulo, ya adulto. Una historia, en definitiva, de muy bella factura, aunque de didactismo un tanto obvio.
In the midst of the Korean wilderness, a Buddhist master patiently raises a young boy to grow up in wisdom and compassion, through experience and endless exercises. Once the pupil discovers his sexual lust, he seems lost to contemplative life and follows his first love, but soon fails to adapt to the modern world, gets in jail for a crime of passion and returns to the master in search of spiritual redemption and reconciliation with karma, at a high price of physical catharsis...
"Un precioso cuento tan sencillo como la vida misma"
(Nuria Vidal: Fotogramas)
"Una bella y fascinante metáfora sobre el aprendizaje vital"
(Beatrice Sartori: Diario El Mundo)
"imágenes de restallante, reposada belleza, (...) Ahí radica el principal problema de un filme tan hermoso como frío, tan magistralmente narrado como en el fondo previsible: en la obviedad de sus propuestas, que quedan de manifiesto casi antes de ser mostradas. A la postre, lo que se pretende un hondo ejercicio de espiritualidad deviene en catálogo de budismo para principiantes, en una pedagogía divulgativa que se parece mucho a la que intentó Bernardo Bertolucci en la más desafortunada de sus películas, 'El pequeño Buda'. Podrá satisfacer las expectativas de muchos lectores de libros de autoayuda y llenará el ojo (a la postre, lo que quedará para siempre en la retina es su impresionante belleza) a mucho espectador agradecido de ver en pantalla cambiantes paisajes. Pero se aconseja abstención a agnósticos, ateos y cinéfilos de los que son capaces de no confundir lo elemental con el cine de otros notables antecesores espirituales del gran cine oriental del pasado, con Yasujiro Ozu a la cabeza."
(M. Torreiro: Diario El País)
"Bella moralina oriental (...) Filme vocacionalmente didáctico, con perfección formal y cuyas imágenes de la naturaleza resultan exquisitas"
(Alberto Bermejo: Diario El Mundo)
2003: San Sebastián: Premio del Público
Director: Kim Ki-Duk
Intérpretes: Oh Yeong-su, Kim Ki-Duk, Kim Young-min, Kim Jong-ho, Ha Yeo-jin, Seo Jae-kyeong
Guión: Kim Ki-Duk
Música: Park Ji-woong
Fotografía: Baek Dong-hyeon
Título Original: Bom, yeoreum, gaeul, gyeowool, geurigo, bom
Año: 2003
País: Alemania, Corea
Duración: 103 min.
Género: Drama
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