La misión de Roland Joffé se ha convertido en un auténtico clásico moderno. Producción del británico David Puttnam, de cuya mano han salido títulos como Los duelistas, El expreso de medianoche, Carros de fuego y Los gritos del silencio (esta última dirigida en 1984 también por Joffé), narra con aplomo una de las gestas españolas en el nuevo mundo: la evangelización de los indios guaraníes, llevada a cabo por los jesuitas en las conocidas reducciones. Estas instituciones donde el evangelio se diría hecho realidad, junto al hermosísimo paisaje (increíbles las cataratas de Iguazú, fotografiadas con pericia por el oscarizado Chris Menges), parecen restituirnos al paraíso perdido. Pero cuestiones políticas de diversa índole podrían dar al traste con todo. La historia, escrita por Robert Bolt (Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago, Un hombre para la eternidad), transcurre en el siglo XVIII, cuando España y Portugal han llegado a un acuerdo político, plasmado en el Tratado de Madrid, para gestionar sus colonias americanas. Una consecuencia "colateral" de tal tratado es que los jesuitas, que tienen una misión en tierras de los guaraníes, en Brasil, deberían abandonar el lugar. Pero el padre Gabriel (Jeremy Irons), que esta al frente de la misión, se resiste a dejar a esas almas que tiene encomendadas. Contará con la ayuda de los otros padres, entre los que destaca Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), un antiguo traficante de esclavos, que está tratando de redimirse de su pasado disoluto. La película da un magnífico ejemplo de lo que se ha dado en llamar inculturación. Para transmitir a los indígenas la fe cristiana, el padre Gabriel se sirve de la música, y gracias a su oboe logra comunicar con ellos. A este respecto la música del genial Ennio Morricone se revela memorable, con temas hermosísimos, incluido el Ave María guaraní. Para Joffé, que trabajó codo con codo con Bolt, cuyo estado de salud entonces era delicado, la cosa está clara: "Sentí que había algo muy hermoso en aquello que los seres humanos pueden compartir, y aquello se convirtió en la raíz de la historia para mí". Una de las cosas que mejor funcionan en el film es la diferencia de caracteres entre el padre Gabriel, apóstol convencido de la no violencia y del poder de la oración, y Rodrigo, que debido a su pasado guerrero es partidario de no quedarse de brazos cruzados y combatir la injusticia. Además de a Irons y De Niro, pueden verse en el reparto a unos entonces jovencísimos Liam Neeson y Aidan Quinn.
Jeremy Irons plays a Spanish Jesuit who goes into the South American wilderness to build a mission in the hope of converting the Indians of the region. Robert DeNiro plays a slave hunter who is converted and joins Irons in his mission. When Spain sells the colony to Portugal, they are forced to defend all they have built against the Portugese aggressors.
"La fotografía y el reparto consiguen sacar del vacío a una cinta tan pretenciosa como eterna"
(Luis Martínez: Diario El País)
"Todos bordan sus papeles, pero la historia es tediosa"
(Javier Ocaña: Cinemanía)
1986: Oscar: Mejor fotografía. 7 Nominaciones
1986: Festival de Cannes: Palma de Oro: Mejor película
Director: Roland Joffé
Intérpretes: Jeremy Irons, Robert De Niro, Liam Neeson, Aidan Quinn, Cherie Lunghi
Guión: Robert Bolt
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Chris Menges
Título Original: The Mission
Año: 1986
País: EE.UU.
Duración: 125 min.
Género: Drama
1 comentarios:
Una Obra Maestra de visionado Obligatorio...
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