La película arranca con una mujer viajando con sus dos hijas por una carretera nevada cerca de Chicago. Las tres lo están pasando genial, pero una broma inoportuna de la pequeña provoca un fatal accidente, a resultas de lo cual muere la madre. Cara a superar la tragedia, el viudo decide aceptar un trabajo en Europa, en la Universidad de Génova. Cree que un cambio de aires vendrá bien a la familia. Antes de que empiece el curso académico, el padre da clases de verano, mientras las hijas, teóricamente, toman lecciones de piano. En realidad la mayor comienza a salir con un chico italiano; mientras, la pequeña tiene pesadillas nocturnas, arrastra un complejo de culpa por la muerte de la madre.
La historia en sí es sencilla, habla de superación de una tragedia, ya sea por omisión, ignorándola, como si nunca hubiera ocurrido, para la cual viene bien la evasión, por el inicio de una relación, unas clases que distraen, o esas apariciones de la madre a la niña, muy unidas a una preocupación religiosa, la gran e inevitable pregunta sobre la vida después de la muerte. Todo esto puede bascular entre lo convencional y lo sugerente, pero la gran suerte de la película es que detrás hay un gran director, que se permite filmar gran parte del metraje como si en cualquier momento pudiera ocurrir una desgracia semejante a aquella con que arranca el film. Hay un gran ritmo, un maravilloso sentido del encuadre, un inteligente uso del sonido y una primorosa edición de los planos, que ayudan mucho al buscado efecto de desasosegamiento que impregna cada fotograma. No es una obra maestra, aunque las interpretaciones -las chicas Perla Herley-Jardine y Willa Holland, Colin Firth y Catherine Keener- y la dirección sean destacables.
El británico Michael Winterbottom ofrece en Génova un auténtico ejercicio de estilo, como si hubiera querido aplicar sus técnicas de falso documental, exhibidas en filmes como In This World y Camino a Guantánamo, a una historia muy dramática; aunque se trata de algo que ya había hecho, es verdad, en Un corazón invencible. Tal planteamiento lo une además a un tipo de historias muy arraigadas en Estados Unidos, piénsese en el caso novelístico de Henry James, de personajes que se redescubren a sí mismos viajando a Europa.
A man moves his two daughters to Italy after their mother dies in a car accident, in order to revitalize their lives. Genova changes all three of them as the youngest daughter starts to see the ghost of her mother, while the older one discovers her sexuality.
"Un viaje emocional al fondo de una pérdida. (...) Poco a poco, el espacio, el sonido y los colores se pegan al celuloide hasta atrapar lo real." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
"El arranque es capaz de enganchar al espectador (...) pero no ocurre casi nada que merezca ser contado. (...) Winterbottom ofrece expectativas y posteriormente decepción" (Carlos Boyero: Diario El País)
"Un juego interminable con el especatador que ha acabado por convertirse en su razón de ser como director, y en la oculta razón de su casi encantadora perfección como guionista." (Carlos Marañón: Cinemanía)
Director: Michael Winterbottom.
Intérpretes: Colin Firth (Joe), Catherine Keener (Barbara), Hope Davis (Marianne), Willa Holland (Kelly), Perla Haney-Jardine (Mary).
Guión: Michael Winterbottom y Laurence Coriat.
Música: Melissa Parmenter.
Fotografía: Marcel Zyskind.
Países: Reino Unido.
Año: 2008.
Duración: 94 min.
Género: Drama.
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